El pasado 5 de junio reabría sus puertas el restaurante La Barca, regentado por el conocido hostelero local Fermín Lozano. Al pie del paseo marítimo de Marbella, frente a la playa de El Faro, este templo gastronómico donde predominan los pescados y mariscos, así como todo tipo de arroces, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y ha aprovechado los casi tres meses de cierre forzoso, acometiendo reformas.
“Hemos aprovechado el periodo de confinamiento para remodelar un poquito el restaurante, para que los clientes tengan una comodidad mayor”, afirma Fermín Carrasco Lozano, sobrino de Fermín Lozano y jefe de sala de este establecimiento.
Marbella Confidencial estuvo con estos profesionales de la restauración el pasado fin de semana para que nos contaran todas las novedades. De hecho, además de la reforma en sí de la cocina y los comedores interiores, que han ganado amplitud, mucha más luminosidad y vistas al mar, con un amplio ventanal abierto de par en par, se han reformado por completo los baños, con todo tipo de medidas de higiene frente al Covid-19.
“Tenemos mucha ilusión y estamos con los brazos abiertos, esperando que nuestros clientes vuelvan”, señala Carrasco Lozano, quien se ha encargado de mantener un contacto permanente con la clientela a través de las redes sociales durante estos casi tres meses, principalmente por medio de Instagram, espacio en el que La Barca promociona y comparte todos sus platos e ideas.
Fermín Lozano se muestra “muy contento” tras la reapertura y reconoce que estaba “un poco nervioso, como un novato, a pesar de todos los años de experiencia” en el sector.
El teléfono vuelve a sonar para las reservas en un restaurante que trabaja mucho con el público local de Marbella, también con visitantes que tienen segunda residencia, principalmente de Madrid, País Vasco, Asturias y Castilla León, y por supuesto con los turistas extranjeros que se alojan en hoteles, además de grupos de jugadores de golf.
Una seña de identidad de La Barca ha sido siempre la cocina de mercado, productos del día, en función de la temporada, en lo que se refiere a pescados y mariscos, sin que falten nunca las buenas carnes y los asados de cochinillo, chivo lechal y cordero por encargo.
El comensal va a encontrar de nuevo una variada lista de sugerencias del día: “nosotros siempre nos identificamos por tener una serie de platos fuera de carta que ofrecemos al cliente, como unas sardinas a la teja, por ejemplo”, precisa Lozano.
Ahora todos los platos son consultados a través de un código QR que el cliente se descarga en su teléfono móvil, “aunque hay algunos que todavía les cuesta trabajo y nos dicen que les digamos lo que tenemos, son clientes de toda la vida“, explica el propietario.
En total La Barca ha prescindido de 15 mesas para guardar las medidas de seguridad correspondientes y están con el 50% del aforo que tenían antes del cierre del 14 de marzo, además de haberse tenido que acoger al ERTE correspondiente, por la reducción de personal.
Cabe recordar que durante la pasada temporada de invierno La Barca introdujo una serie de platos de cuchara los miércoles que tuvieron gran aceptación.
Nota de prensa publicada en Marbella Confidencial.